top of page

Ese Corazón de Fuego

  • Foto del escritor: Rodrigo Shambhu
    Rodrigo Shambhu
  • 27 ene 2018
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 13 feb 2021

Es un día frío. El frío se siente hasta en los huesos, y duelen un poco. Estos huesos míos, estos huesos blancos como la nieve. Y así, frío, por momentos, se siente mi corazón, y se ha sentido en bastante tiempo. A veces quisiera poder ya no sentir ese frío en el corazón. A veces es muy cansado. Sólo quisiera sentir mi corazón calientito de nuevo, sintiéndome en casa, amado, abrigado, descansando.


Si comienzo a prestar atención a mi pecho y a mi corazón, me doy cuenta de que, en realidad, está hirviendo, como si fuera a explotar. Pareciera como si ardiera de enojo, ardiera como arde un volcán a punto de hacer erupción. ¿Y enojo porque? - Pues no lo sé, solo se siente mucho odio, de que las cosas no han salido como esperaba, de que la vida en un momento se tornó tan confusa, de que ya no hay vuelta atrás, de que ahora el mundo luce tan diferente, y como que a veces siento que no tengo lugar, en ese mundo que ya no hace sentido.


A veces ese enojo viene, porque quisiera que todo fuera como antes, que no sintiera esta angustia que por momentos siento. Por momentos más intensa, por momentos más calmada, pero siempre está ahí. Ya ni siquiera se porque me siento angustiado. Creo que en parte es porque quiero seguir viviendo en el mundo en el que vivía antes, en donde la vida tenía cierto sentido, donde luchaba por ser alguien en la vida. Ahora veo como todo eso que me motivaba antes, se desmorona y desmoronó ya hace tiempo. La cuestión es que quiero seguir teniendo esas mismas motivaciones.


Desde esas motivaciones que tenía antes, pues lo que soy ahora se consideraría un fracasado, al menos desde lo que yo pensaba. Mi vida ahora es tan diferente a como yo imaginaba que iba a ser, y eso, en una parte muy profunda de mi, siente muchísimo coraje. Es como si hubiera pasado 22 años creyendo algo, y de repente me doy cuenta que casi nada es verdad.


He hecho casi de todo para ya no sentir este enojo. Y lo que voy aprendiendo es que, realmente no podemos controlar nada, absolutamente nada. Todas estas ideas de que tu controlas tus emociones y tus pensamientos, hoy me parecen puras pendejadas. Y también me da mucho coraje cuando alguien me dice eso. Yo descubro, desde mi experiencia, que hay un enojo tan intenso, tan profundo, en mí, y creo que en todos los humanos, que no se puede tapar con nada.


Es un enojo tan profundo, de tanto sufrimiento que se ha vivido a lo largo de los milenios, que nadie ha podido sentir completamente. Es un enojo que en parte encuentro Sagrado, porque viene de lo profundo de nuestro Verdadero Ser, viendo en que nos hemos convertido. En tanta superficialidad. Viene de nuestro Corazón. De ese corazón que no se le permite expresarse completamente, de ese Corazón que se muere por amar y ser amado, ese Corazón que aún recuerda lo que Es, ese Corazón que es Fuego, ese Corazón que es, como dice mi Maestro Reggie, el Fuego de la Realidad. Ese Fuego que Todo lo quema, que todo lo abraza en su Amor Incandescente, en su Amor Incondicional.


Sólo deja que ese Fuego te transforme. te queme, te disuelva. Sólo reconócete como ese Fuego, así, el Fuego ya no quema, así el Fuego solo Es, así te conviertes en Fuego, solamente Fuego. Y pronto, cuando menos te lo esperes, volverá a sentirse, o tal vez a sentirse por primera vez, un calorcito muy rico en tu Corazón.

Comentarios


  • Grey Instagram Icon
  • Grey Pinterest Icon
  • Spoyify

Únete a nuestra lista de correo

​© 2026 Rodrigo Shambhu

bottom of page